Ideas que generen valor
Herramientas para ser un Doer
Cuando se habla de innovación esta normalmente se asocia a desarrollo tecnológico. Sin embargo, la innovación está presente en todos los sectores y es accesible para todo el mundo. La creatividad y la capacidad de cambiar patrones no tienen que ver con una industria o con la otra y, definitivamente, no es exclusivamente de ciertas personas. ¡Todos podemos crear!
Ahora bien, ¿qué se entiende por innovación?
Innovar es llegar a nuevas conclusiones, ideas, metas, métodos o resultados producto de la implementación de nuevos patrones diferentes a los ya utilizados hasta el momento.
Esta definición nos lleva a que la innovación puede ser aplicada de diferentes maneras y en todos los ámbitos a través de procesos desde muy sencillos hasta los más complejos.
Como bien definió Peter Drucker: “Innovar es encontrar nuevos y mejores usos de los recursos que ya tenemos”.
La creatividad e innovación dependen de tres factores: experiencia o conocimiento, habilidades de pensamiento creativo y motivación. Cuando llevamos estos conceptos de innovación y creatividad y los aplicamos al desarrollo de un emprendimiento, no solo debemos ocuparnos de buscar opciones distintas a las existentes, sino también de definir de qué manera nuestra idea maravillosa le genera valor a los clientes y cómo la convertimos en una propuesta de valor exitosa.
Existen en internet miles de opciones y metodologías, sin embargo aquí te dejamos unos tips, que puedes tener en cuenta para obtener mejores resultados.
Pero primero, definamos ¿qué es una propuesta de valor? Es el “valor” que le darás a ese cliente potencial.
¿Y de qué depende ese valor? De muchas cosas: de los beneficios que ofreces, cómo los haces sentir, cómo te perciben respecto a las alternativas y competidores, cuánto les costaría y qué esfuerzos tienen que hacer para disfrutar del producto o servicio que pretendes vender.
Una vez que tenemos claro de qué va el concepto, puedes empezar a definir el valor de tu idea y para ello debes determinar:
- ¿Qué quieres ofrecer?: las funcionalidades y componentes de tu idea.
- Beneficios (el ¿para qué?): los beneficios racionales (qué obtienen o qué ganan), beneficios emocionales (qué les hace sentir), qué problema les resuelves.
- Costo y esfuerzo: este punto incluye esfuerzo económico, riesgo físico, riesgo social, tiempo, funcionalidad y costos de oportunidad.
Son factores que al considerarlos te ayudarán a darle forma a tu emprendimiento y a entender cómo quieres ser percibido, cómo vas a marcar la diferencia en el mercado y a quiénes les estarás dirigiendo tu producto o servicio.
Sé un Doer, date la oportunidad de poner tus ideas en práctica, pero siempre recuerda: genera valor y seguramente tendrás éxito.
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